Cuando le cuento a la gente de mi entorno que soy Educadora de Masaje Infantil me preguntan que para qué sirve esto. Sirve para todo y para nada, como todo en la vida, sirve para quien lo sepa valorar.
El masaje infantil tiene numerosos beneficios, aunque desde IAIM se defiende una idea clara: ante todo sirve para comunicarte con tu bebé cuando aún no existen las palabras.
Así, compartiendo esta visión de IAIM, entiendo el masaje infantil como una nutrición emocional, como una conexión, como una armonía y un lenguaje compartido que transmite bienestar, pero también deja lugar a las quejas. Y esto me parece fundamental, porque un bebé ha de ser aceptado con todo, con sus risas pero también con sus llantos. Todas estas expresiones nos dan información de su mundo interno y por tanto nos permiten acercarnos a su esencia, a lo que es.
Si nos dejamos guiar por la intuición sabremos qué necesita nuestro bebé en cada momento y no necesitaremos expertos. Sin embargo, la "ciencia" del siglo pasado hizo tanto daño a la intuición, que ahora madres y padres necesitan que les devuelvan su poder ancestral de cuidado y soporte.
Y con esta misión nació IAIM. De hecho, el propósito de la Asociación Internacional de Masaje Infantil es "promover el tacto nutritivo y la comunicación a través de la formación, la educación y la investigación para que los padres, cuidadores y los niños sean amados, valorados y respetados en todo el mundo".
Poco a poco iré utilizando este espacio para acercar la base teórica del masaje infantil, así como mis propias vivencias como educadora.
Primeras Percepciones
¿Expectativas?
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